A veces, la mejor forma de solucionar un problema es examinarlo adoptando una perspectiva nueva. Un diagrama lógico o de decisiones puede ayudarte a solventar un problema descomponiendo las posibles soluciones en partes y siguiendo dichas partes para encontrar nuevas vías.
El proceso de creación de un diagrama lógico es sencillo: analiza el problema o la cuestión, aporta soluciones o respuestas, y genera ideas sobre cómo llevarlas a cabo. Para empezar, a continuación te presentamos un ejemplo:
Define el problema o la cuestión. Los diagramas lógicos pueden responder a dos tipos de preguntas: “¿por qué?” o “¿cómo?”. Cuanto más clara y específica sea la pregunta, mejor funcionará en el diagrama lógico.
Ofrece las posibles respuestas. Elige dos como mínimo, pero si aportas más, inspirarás una gran cantidad de posibilidades.
Desarrolla tus soluciones. ¿Cuáles son las partes más importantes? Es posible que algunas de las vías lógicas acaben aquí, lo cual no supone ningún problema. Ahora bien, profundiza más si lo necesitas.
Ve al meollo de la cuestión. ¿Cómo puedes hacer realidad tus soluciones?
Recuerda que no todas las partes del diagrama lógico tendrán información para todos y cada uno de los pasos: algunos niveles del diagrama lógico se cierran rápidamente, pero otros pueden ampliarse mucho más. Te aconsejamos mantener el diagrama lógico con un formato flexible en el que puedas mover sus componentes de un lado a otro (obviamente, es aquí donde las notas Post-it® Super Sticky pueden llegar a ser realmente prácticas). Por supuesto, utilizar una superficie grande como, por ejemplo, un bloc de reuniones Post-it®, también supone un excelente lienzo sobre el que plasmar tu diagrama lógico.
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