Cuando estás organizando tu jornada, puede que tu primer instinto sea recurrir al calendario, a una hoja de libreta grande con renglones o a tu teléfono inteligente. Te recomendamos que empieces poquito a poco: con una sencilla nota Post-it®.

A primera vista, un cuadrado de 76 mm puede parecer un espacio demasiado limitado, pero pronto verás que, al reducir tu jornada a lo esencial, conseguirás que esta sea más fácil de gestionar, esté más orientada a los objetivos y resulte mucho menos estresante que una lista interminable.

Empieza por una libreta de anillas, un paquete de notas Post-it® de varios colores, un paquete de marcadores Post-it® Index rígidos, una libreta y un bolígrafo.

Prepara dos páginas enfrentadas para cada categoría que necesites organizar.

Anota una lista de las tareas PARA HOY que desees realizar, cada una con su nota Post-it® correspondiente, y colócalas en la página de la izquierda.

Si la tarea no forma parte de la categoría PARA HOY, colócala en la página de la derecha.

En cuanto hayas realizado la tarea, solo tendrás que tirar la nota a la papelera más cercana. Ojos que no ven, corazón que no siente.

El objetivo es que la página esté vacía al final de la jornada.

Para organizar mejor tus tareas por medio del mismo sistema, puedes descomponerlas en secciones como, por ejemplo: “Familia”, “Finanzas”, “Casa”, “Trabajo”, “Fin de semana”, etc., con las notas Post-it® Index rígidas.

Pega un bloc de notas Post-it® Super Sticky en la tapa de la libreta. De este modo, si tienes tiempo, podrás empezar a planificar la jornada del día siguiente o, incluso, de la semana o el mes siguientes.

Lo hagas como lo hagas, la ventaja elemental de las notas Post-it® es su flexibilidad. Nada queda grabado en la piedra y, en caso de que tengas que revisar cualquier problema, solo tienes que añadir otra nota.